Estuvimos conversando con Federico, indagando un poco sobre su vivencia en la ludopatía, pues para él no fue fácil expresar lo que siente. El afirma su "mal" como una debilidad en su voluntad para abstenerse ante los juegos de azar, pero también reconociendo que es algo que nunca lo abandonará. Por más que se esfuerza ya ha sido rehabilitado dos veces, y aun continua siendo su "karma de vida". Nos habló sobre su día a día, donde los momento que mas disfruta es la adrenalina que le produce el movimiento constante de su trabajo, pues esto sigue siendo un riesgo que esta "bien visto por la sociedad". Mientas que por otro lado, lo que mas lo estresa y le cuesta son los momentos en los que está solo, pues según nos dijo "si no tengo algo que me amarre la cabeza al suelo me enloquezco".
Por otro lado, fuimos a hablar con el terapeuta que lo atendió ambas veces que estuvo internado, Augusto Chacon, quien nos habló sobre las adicciones y sobre todo lo que es la ludopatía. Nos explicaba que en la mayoría de lugares no consideran la ludopatía como una adicción, sino como un impulso. Mientras que en SIQUEM si lo hacían puesto que ellos ven en los pacientes los mismos síntomas y comportamientos que cualquiera de los otros adictos. Nos explicaba que el ludópata debe presentarse dos veces a la semana a grupo después de la rehabilitación, como continuación de la terapia, y del mismo modo debe debía evitar el contacto con dinero.
Para finalizar hablamos con una amiga rehabilitada de este mismo instituto. Ella acompaño a Federico en su periodo de rehabilitación. Ella nos contó sobre las diferentes dificultades que tienen los adictos, en donde descubrimos que Federico aún tiene una gran dificultad de hablar sobre su problema. Nos enteramos de datos de su vida personal como el hecho de que su hermano mayor había tenido un experiencia de ludopatía y había decidido suicidarse.
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